sábado, 2 de abril de 2011

Palabras del Corazón


Cuando el neurólogo nos confirmo nuestras sospechas de autismo en Santiago, fue una mezcla de sentimientos, de troncalidad de saber el por que ese comportamiento que Santi presentaba y la falta de su lenguaje, y al mismo tiempo fue como un dolor en los más profundo de nuestro corazón, ninguna mamá ni papá quiere que su hijo tenga por decirlo de alguna manera "ir regularidad". Siempre como todos los padres desde que nace su niño, y como las madres que desde que saben de una vida en su vientre, desde preciso momento empezamos a soñar cosas muy lindas para nuestros pequeños: quiero que toque el piano, decía mi esposo quien formo parte de la coral de la universidad de carora, y quien es apasionado por la música, yo pues al mismo tiempo quería muchas cosas buenas para nuestros pequeños: verlo estudiar, practicar algún deporte, queria mucho ver a Santi jugar fútbol, y a victoria en ballet. Muchas cosas los padres soñamos para nuestros niños, pero sobre todo y más allá de lo que todo eso principalmente lo que queremos es verlos felices, sanos.

Ese momento del diagnostico fue como que todos los sueños se nos derrumbaran, y ya no construimos sueños a largo plazo. Nuestra meta era que Santi pronunciara palabra.
Y les confieso, que sí, fueron noches de llanto dentro de mi corazón, y de por que? por que Santi? De pensamientos de lo que pudo ser, y tal vez no podrá. Noches en la que en silencio lloraba y me imaginaba a mi niño con su uniforme de educación inicial. Imanginandolo decir mamá, papá, noches en las que imaginaba a Santi jugando fútbol con su papi. Noches en la que pensaba: Dios que va a pasar con Santi el día de mañana si yo llegara a faltarle, empecé a preocuparme por eso, por querer preparar a mi niño para un futuro.

Han pasado ya 5 meses desde el diagnostico de Santi y debo decirles que algo ha cambiado en mi. Quiero a mi hijo por sobre todas las cosas, y el autismo no es un impedimento para que Santi logre sus metas, trabajamos día a día para que eso ocurra, Santi aun no pronuncia palabra, pero sé que en un futuro no muy lejano Santi podra mencionar frases cortas, todo a su ritmo. Y el autismo no es el tema principal en nuestro hogar, no es el protagonista de nuestras vidas, los protagonistas se llaman Victoria y Santiago. Ya no permitimos que el autismo nos haga llorar de tristeza, si lloramos pero de alegría con los pequeños logros que Santi va teniendo, logros que para nosotros sus padres, se hacen inmensos, como empezar a señalar con el dedito, lograr día a día con constancia que Santi se siente por cuestiones de segundos en la silla a la hora de comer, y día a día ir aumentando ese tiempo, cada día con amor logramos que Santi se siente con nosotros a comer. Que al momento de pasear, el lograra entender de que tiene que caminar, todos caminamos. Y fueron momentos duros, momentos en los que mientras Santi lloraba en el piso para que lo cargaran, yo lloraba con el, pero muy dentro de mi sabia que debía ser firme y no ceder ante esa carita tan dulce de mi niño.
Y lo logramos!

Poco a poco Santi ira cumpliendo sus metas, y nosotros a su lado estaremos para celebrarlo, y decirle :Vistes hijo que sí, que tú puedes lograrlo. Tú eres capaz

Nosotros creemos en ti hijo. Creemos y confiamos en Dios que te ayudará a lograr metas, y que sí podrás ir a tu escuela y te sentaras a realizar tus actividades, de seguro habrá momentos en los que nos probaras, pero seremos constantes.

Te amo hijo por sobre todas las cosas, a ti, que te tube dentro de mi. Aun conservo mis sueños, y no dejare de tenerlos por el hecho de que tengas autismo. Claro cada sueño a su tiempo, respetaremos tu ritmo.